Se considera una oración corta que contiene una enseñanza, generalmente de carácter moral .En este sentido, los apotegmas son similares a dichos populares, aforismos, refranes, axiomas, máximas o adagios.
Debemos decir que el apotegma proviene originalmente de una palabra griega compuesta de dos partes distintas: la partícula "apo", que se puede traducir como "afuera" o "lejos" , y el verbo "phthengesthai", que es sinónimo de "declarar".Los apotegmas normalmente presentan una valoración filosófica.Con algunas palabras se transmite un conocimiento profundo que invita a la reflexión.
El aforismo suele ser creado por un individuo a quien se le atribuye su autoría .Los proverbios, en cambio, nacen de personas y son anónimos .Lo mismo ocurre con los refranes que, también , llevan implícitamente una advertencia.
El apotegma, por tanto, nto, es más parecido al aforismo que al proverbio, ya que su autor es generalmente conocido.La principal diferencia entre apotegma y aforismo es que el primero generalmente no cubre problemas graves, además de ser agradable o divertido, por eso el apotegma también puede ser una oración dicho con gracia que no incluye contenido moral.
Debemos tener en cuenta que la filosofía se había convertido en la nueva racional modelo que sustituyó a los relatos míticos del pasado y en los textos filosóficos (especialmente los relacionados con la ética) fue necesario recurrir a un tipo de oraciones simples, directas y claras que mostraran una idea concreta, por lo que filósofos como Aristóteles o los sofistas recurren al apotegma como fórmula simplificada para expresar sus ideas .
Son los apotegmas que se utilizan en diferentes sectores de nuestra sociedad.Esto sucede, por ejemplo, en el ámbito de la política.En este caso, importantes oraciones de este tipo han surgido a lo largo de la historia y un buen ejemplo lo establece el expresidente de Argentina, Juan Domingo Perón .Y llego a decir que los peronistas eran como gatos, porque cuando parecía que eran peleando, lo que realmente hacían era reproducir.
Otro ejemplo de apotegma puede ser el que el escritor Jorge Luis Borges pronunció sobre las personas que pertenecen al movimiento peronista: «Los peronistas tampoco son buenos ni malos: son incorregibles ».
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